La mirada de Helios vuelve tras haber atravesado el verano desértico sin ningún disparo al Sol. En este tiempo, los corceles han seguido su curso mientras detenía mi atención en el trabajo del ucraniano Sergii Fett, centrado en la fotografía artística. Sus trabajos comienzan con un disparo de cámara digital y terminan cuando son procesados en el ordenador.
SERGII FETT
A día de hoy, el retoque digital cobra gran importancia en el resultado final de cualquier fotografía. Y más si la imaginación es un elemento imprescindible, como en las obras de Sergii Fett. Según el propio autor, “la imaginación le permitió tratar la percepción del mundo a través de la expresión personal”. En su obra presenciamos escenas de estilo surrealista creadas a través de la combinación de varias fotografías. Fotografías que no capturan el momento sino que plasman ideas. Ideas que pasan por el filtro por el objetivo fotográfico y que cobran sentido añadiendo algo de imaginación.
En el espacio artístico Project RAW de Hong Kong se interesaron por su obra y su trayectoria como fotógrafo. Hasta no valorar lo que hacía no ha compartido sus obras en la red. Su carrera acaba de comenzar. Para él la fotografía es un arte complejo donde es necesario colocar el mundo tridimensional en un plano determinado.
Por otra parte, el autor cree que no existimos únicamente en el espacio visual, sino también en un mundo de sabores, olores, con toda clase de sensaciones o recuerdos. Todos ellos necesitarían encontrar su lugar en ese espacio dimensional.
En sus redes sociales el artista complementa las imágenes con algún mensaje escrito. Mensajes que ahondan en esa necesidad de expresarse y nos obligan a posicionarnos de forma subjetiva en cada uno de los casos.
De hecho, en una de sus últimas publicaciones Sergii Fett declaraba que la fotografía es una piedra lanzada al pozo de la profundidad. Lo que nos habla de su proceso de creación de ideas, las que nacen de forma espontánea, como ya él mismo aseguraba, llegando hasta el fondo de esa realidad que le rodea. ¿Qué papel ejercerá el visitante de esa nueva realidad de imposibilidades cumplidas? Sin duda, el visitante de un mundo en el que también es partícipe.
Nubes, globos, hojas secas, corazones, paraguas, mariposas, pájaros, llamas de fuego: son los elementos de su imaginario. En ocasiones algunos elementos nos recuerdan a la manzana de Magritte. Sergey Fett oculta muchos de los rostros de sus protagonistas. También encontramos presentes en su obra el famoso bombín o una figura —autorretratada— trajeada en diversas posiciones común en el pintor surrealista. En otras, el personaje fotografiado forma parte de la escena como una figura secundaria, en una proporción minúscula, al compararla con la misma.
El autor dice seguir su intuición para completar la composición en la escala y proporciones adecuadas. Juega con la luz, la perspectiva y la proporción para alcanzar la combinación perfecta. Queda claro que el trabajo en cada una de ellas comienza con arduos preliminares y concluye en esa pos-producción que afina todo el proceso. Una idea en la imagen final, que obliga al observador a reflexionar y aportar su experiencia. Se establece así un diálogo con las imágenes. Una conversación entre observador y fotografía en el que la muerte, la vida, la angustia, los sueños, la libertad nos impactan a través de poderosas escenas.
Sergii Fett asegura que encontrar un estilo único y diferenciado de otras visiones artísticas es una tarea ardua. De la misma forma, cree vital tener algo que decir. Quienes se pongan delante de cualquiera de sus obras, deben buscar en sí mismos para sentirla.
Hace unos días, un fotógrafo que admiro me comentaba una idea similar. Cuando hacemos una foto, capturamos toda nuestra experiencia en ella: historias, vivencias, preferencias, miedos, etc. A menudo nos limitamos a tener una idea preconcebida de lo que una foto puede ofrecernos. Pocas veces nos detenemos a pensar en las posibilidades que esa imagen puede tener para nosotros. En este caso, las imágenes desafían la superficialidad y profundizan hasta donde nosotros queramos llegar.
Sergii Fett persigue obtener la esencia del corazón y piensa que para ello es esencial confiar en sí mismo, en sus instintos y sentimientos, y dejarlos volar con su imaginación.
Podemos concluir que según Sergii Fett la fotografía es una forma de ver el mundo, la suya propia. A fin de cuentas lo importante para el artista es contar una historia. Quizá la suya, la tuya o la de quien se enfrenta a una de sus obras dando sentido a todo este complejo proceso fotográfico.
No olvidemos que es esencial conocer la visión del artista en cuanto a las profundidades del ser, el arte y la vida para entender a qué nos exponemos al entrar en contacto con las obras de este fotógrafo ucraniano.
Os animo a conocerlo mejor entrando aquí a sus redes sociales:
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Gema Albornoz
GEMA ALBORNOZ (Córdoba, 1979). Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba. Colabora a menudo, entre otras, con las revistas Prisma a la vista, Salto al reverso, y con la comunidad poética La poesía no muerde. Escribe asiduamente en su blog Emociones encadenadas (Premio Blogosfera al Mejor blog de Literatura 2017). Algunos de sus poemas han sido publicados en revistas culturales como Ariadna-rc, Le Miau Noir, El coloquio de los perros, La Galla Ciencia (No es país para viejóvenes) o La Fanzine. Actualmente colabora con Mundiario y es miembro de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil donde es coordinadora de redes sociales y de la Asociación Cultural Naufragio.
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